Otra vez en la sierra para repetir etapa y volver a disfrutar de una ruta espectacular, para cambiarla un poquito Jose Mª nos había preparado una parte final diferente.
Antes de empezar, en nombre de todo el equipo, entregamos a Jose Mª su flamante y merecido maillot rosa, ahora también es uno más en el color.
A las 9 de la mañana estábamos todos preparados ante un frío pero soleado día. Bueno perdón, todos no, como siempre teníamos bajas y entre Cantimpalos (felicitar a Mario por el gran resultado obtenido en el Cross internacional y a su hermano por ir a animarle) y el nuevo líder Víctor, éramos para la marcha Pepe, Jose Mª, Jose y los Orbea Román y Oscar (únicos integrantes en haber hecho todas las etapas, desde aquí un fuerte aplauso).
Empezamos tranquilos y con el firme propósito de comprarnos otros guantes, llevábamos las manos heladas… ¡¡¡¡Que frío!!!! Si hasta los charcos de la última vez eran pista de hielo. Fue nuestro primer obstáculo, pasar los charcos sin pisar el hielo, tenía el peligro de resbalar y de coger un trozo que eran como cristal y pinchar (os recuerdo que venía Jose). Una vez pasado ese tramo todo fue tranquilo y sin nada digno de mención.
Llegamos a las dehesas, a pedalear entre los toros y a esperar por si teníamos repetición de la caída de Román… pero esta vez nada de nada, nos habíamos propuesto una ruta sin sobresaltos y así fue. Llegamos al paso del tren e hicimos la parada de rigor. (desde aquí un saludo a todos los maquinistas que nos saludan a su paso PPPPPIIIIIII PPPPIIIII PPPPPPIIIIIIII)
Empezamos la parte más técnica del recorrido, con las subidas y bajadas hasta llegar al embalse y hacer una mínima parada para hacernos una foto dedicada al líder ausente, Víctor va por ti y porfa ponte bien el casco (es un consejo del DGC).
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| Si montas... tápate la frente |
También hicimos nuestro primer cortometraje para dejar reflejadas las peligrosas y difíciles bajadas a las que nos enfrentamos. Pediría a los niños que vean este video que no lo intenten, es peligroso y solo lo pueden hacer gente preparada, es decir especialistas.
El final de la ruta fue, desde el tramo peligrosillo pero muy divertido bordeando el embalse hasta que lo volvimos a cruzar por la carretera. Desde este punto empezaba la parte nueva y dura del recorrido. Para abrir boca y pulmones subidita larga hasta llegar a un mirador y desde ahí a Colmenarejo para seguir hasta el punto de inicio y final de etapa. Una cervecita y a reponer.
En resumen, día perfecto para montar en bici, sol, buena compañía y grandes vistas.
